El marcado por láser se caracteriza por varias ventajas frente a otros procesos de marcado, ya sea como sistema de integración en líneas de producción, líneas de fabricación o como estación de trabajo manual. El marcado por láser es un proceso que, por lo general, no requiere intervención mecánica. Como la herramienta es un rayo láser sin masa que sólo trabaja con longitudes de onda, no es necesario sujetar el producto semiacabado que se va a marcar, lo que a su vez reduce significativamente los tiempos de preparación.
Otra ventaja del marcado por láser es que, por regla general, no se necesitan materiales auxiliares ni de funcionamiento, lo que mantiene bajos tanto los costes de mantenimiento como los de inversión a corto y largo plazo. Con el marcado por láser, sólo se modifican las propiedades del material, por lo que todos los tipos de marcado o rotulación se activan a partir de las propiedades del material, como metal, madera o aluminio.
Además, los marcadores láser son en gran medida medios de producción sin desgaste. Se requiere poco trabajo mecánico, lo que reduce la susceptibilidad a los fallos y, por tanto, los intervalos de mantenimiento de los marcadores láser.
Por último, este proceso de marcado se caracteriza por su gran flexibilidad. La información puede modificarse muy rápidamente mediante un software de marcaje láser y plasmarse de inmediato en el material a marcar. Mientras que en el pasado era necesario producir matrices complejas con sus correspondientes contornos, hoy en día se puede escanear cualquier contorno con el rayo láser.
El marcado por recocido es un método especial de marcado por láser para metales. El calor del rayo láser crea un proceso de oxidación bajo la superficie que cambia el color del metal. Este marcado preciso y permanente es ideal para aplicaciones industriales como números de serie y logotipos.
Durante el marcado por láser, el calor del rayo láser desencadena una reacción química en el material, lo que provoca un cambio de color. Dependiendo de la composición del material, se crean diferentes tonos de color. Por ejemplo, puede producirse hollín al marcar plástico de color claro, lo que da lugar a un marcado oscuro.
El grabado por láser es un método en el que un rayo láser funde y vaporiza la superficie de un material. Esto elimina el material, creando una hendidura conocida como grabado. Este método permite realizar marcas precisas y permanentes en diversos materiales.
La ablación por láser consiste en la eliminación selectiva de las capas superiores de materiales para crear un claro contraste con la capa inferior. Esta técnica utiliza la precisión del rayo láser para eliminar la capa superior, dejando una marca clara. Las aplicaciones típicas incluyen aluminio anodizado, metales pintados, láminas y laminados.
El espumado es un método en el que el rayo láser calienta y funde el material. Esto crea pequeñas burbujas de gas en el interior del material, que dispersan la luz y crean un marcado brillante. Esta técnica se utiliza sobre todo con plásticos oscuros para conseguir marcas muy visibles y de gran contraste.
La carbonización es un método especial de marcado por láser que crea contrastes impresionantes, especialmente en superficies de color claro. El láser calienta la superficie del material a una temperatura mínima de 100 °C. Este calor provoca la formación de gases como el oxígeno y el hidrógeno. Este calor provoca la formación de gases como oxígeno e hidrógeno, lo que da lugar a una capa más oscura con un mayor contenido de carbono. Este proceso es ideal para materiales como polímeros, madera y cuero. Sin embargo, como la carbonización crea marcas oscuras, el contraste en superficies oscuras es menos pronunciado.
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