Un requisito habitual para el marcado por láser es lograr un alto contraste óptico sin que la superficie resulte dañada mecánicamente por el láser. Estos criterios son especialmente importantes para el marcado por láser en la industria alimentaria y en la tecnología médica. Sin embargo, también es un requisito frecuente para los cuerpos con simetría de rotación, ya que el marcado o grabado modificaría el momento de inercia de la masa y no se podría garantizar una concentricidad permanente.
La solución a esto es un proceso de marcado especial conocido como marcado negro. En el marcado negro, el láser calienta la superficie del material (capa anodizada) y el volumen situado debajo. El láser hace vibrar la rejilla metálica para que el carbono atrapado en la estructura pueda difundirse a la superficie. Esta deposición se percibe entonces como una inscripción. La inscripción aparece en negro.
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